8 formas de enfocarte en estar delgado

Casi la mitad del de todas las enfermedades crónicas se pueden prevenir a través de un estilo de vida saludable, que incluye ingerir una dieta balanceada y hacer ejercicio regularmente.

Sin embargo, nuestra generación se ha vuelto cada vez más obesa y sedentaria, porque las personas simplemente no entienden la relación tan estrecha entre un estilo de vida poco saludable y el riesgo de contraer alguna enfermedad.

En los últimos años, los médicos han intentado cambiar las actitudes de las personas, haciendo hincapié en los beneficios del ejercicio. Sin embargo, aunque los doctores les hablen de lo bueno de ejercitarse, la gente no alcanza a entender cuánto bien les podría hacer y no se sienten motivados.

Lo que se debe cambiar es la forma de hacer que los entrenamientos diarios encajen en las actividades cotidianas para que no parezcan forzados u obligados a realizarse. Una buena forma es personalizar las metas, es decir, tener bien claro por qué queremos ejercitarnos. Por ejemplo, tener un mejor cuerpo o lograr tener una salud cardiovascular adecuada. De cualquier modo, aquí te damos 8 formas para lograrlo:

1 Establece metas específicas. No te limites a decir “quiero bajar de peso”. Mejor di “quiero perder 15 kilos en un año”. Tu meta debe tener plazos y cantidades específicas para poder medir tu progreso.

2 Sé realista. No esperes perder 20 kilos en dos semanas… o en tres. Establece metas que sean realistas y vayan de acuerdo con el esfuerzo y compromiso que tendrás con los ejercicios. También debes asegurarte de que posees los recursos disponibles para alcanzar tus metas. Por ejemplo, no elijas la natación como la forma de ejercitarte si no tienes acceso a una piscina, o correr al aire libre cuando el clima estará lluvioso o nevado en los siguientes meses.

3 Establece recordatorios. Coloca notas adhesivas donde puedas verlas, recordándote a ti mismo de los beneficios del ejercicio y sin perder la vista a tus metas.

4 Programa tu entrenamiento. Establece horarios y márcalos en tu calendario, tal como lo harías una cita con el médico o de trabajo. Puedes utilizar tu teléfono para establecer una alarma cuando sea el momento de empezar tus ejercicios.

5 Analiza los obstáculos. Debes tener siempre en mente que tu estilo de vida debe acoplarse a tus ejercicios, pues siempre tenemos obstáculos que dependen de una serie de factores, y que debemos sortear; por ejemplo, si tenemos hijos pequeños, si estudiamos y trabajamos, si nuestros trayectos son largos o si no existe un lugar al aire libre cerca de casa para hacer ejercicio.

6 Ponlo por escrito. Mantén un diario con tus metas para la semana junto con sus resultados. Después de hacer ejercicio, anota lo que hiciste y por cuánto tiempo. Cuando te fijes en los números y observes el progreso, te animarás a seguir adelante. Toma en cuenta los obstáculos que se pueden presentar y poco a poco desarrolla un plan que pueda librar cualquier obstáculo, ya sean físicos, de tiempo o incluso climatológicos.

7 Obtén una pareja. Siempre es mejor acompañado que solo, y si eres de los que busca pretextos para dejar “por un día” el ejercicio, el tener un socio puede ayudarte a ser más responsable en llevar a cabo tu entrenamiento.

8 Habla con un experto. Es importante que en tu rutina de ejercicios se hagan actividades que te gusten. Cuanto más sean de tu agrado, más motivado te sentirás para hacerlas. Sin embargo, es posible que necesites de un entrenador personal que te enseñe cómo hacer correctamente los ejercicios que has elegido y establecer una rutina que puedas llevar a cabo con facilidad.