Así es cómo deberías respirar en tus entrenamientos

Realizar una respiración adecuada cuando hacemos ejercicio es tan importante como realizar correctamente cada movimiento de nuestras rutinas. No sólo es crucial para llevar oxígeno al cuerpo y que éste haga bien sus funciones, sino también para conseguir un mejor rendimiento porque nos ayuda a que los ejercicios se sientan más ligeros y aguantemos más tiempo en las rutinas, además de que la mente se relaja.

Inhala por la nariz y exhala por la boca

Aunque hay cierta controversia entre respirar por la nariz o por la boca, la mayoría de los especialistas recomiendan hacerlo vía nasal porque de ese modo se concentra más dióxido de carbono en la sangre, lo cual genera un efecto calmante. Otra de las ventajas es que ayuda a reducir las enfermedades respiratorias porque calienta y filtra el aire que entra a los pulmones.

¡Ahora lleva esto a la práctica durante tus rutinas!

  • Ejercicios cardiovasculares

¿Te preguntas por qué cuando corres te cansas muy rápido? Probablemente se deba a que no estás tomando atención a tu forma de respirar. Cuando llevas a cabo ejercicios de cardio, como correr, trotar o en la máquina elíptica, debes inhalar por la nariz y exhalar por la boca para mantener una respiración natural y un buen ritmo cardiaco.

Los expertos recomiendan realizar la regla de 2:2 que significa inhalar y exhalar cada dos pasos (1 paso = cada vez que tu pie derecho e izquierdo tocan el piso).

  • Sentadillas o squats

Cada vez que bajes inhala por la nariz, esto de ayuda a que mantengas tu pecho en posición vertical y la columna alineada. La exhalación debe durar lo que te tardes en subir o incorporarte, es decir, puede ser más rápida o más lenta.

  • Levantar pesas

Para evitar lesionarte cuando levantas pesas, se recomienda aguantar la respiración para que tus piernas y espalda se mantengan en una posición adecuada. Inhala profundamente cuando tomes las pesas del piso, aprieta los músculos abdominales, aguanta la respiración mientras vas subiendo y exhala cuando ya estés en posición vertical.

  • Ejercicio de tabla o planks

Cuando estés en posición de tabla (viendo hacia el piso y apoyándote en tus antebrazos y puntas de los pies) inhala lentamente y profundo por la nariz y al mismo tiempo aprieta los músculos de los glúteos, el abdomen y las piernas. Luego exhala lentamente por la boca, sin dejar de tensar los músculos. Repite esto cada vez que te mantengas en esta posición para que te sea más fácil aguantar el cuerpo rígido.

  • Lagartijas o flexiones

Al contrario del ejercicio anterior, cuando hagas lagartijas procura realizar respiraciones cortas. Inhala cuando estés regresando a la posición inicial y exhala cuando subas.

Implementa estos consejos en tus entrenamientos y verás que tu rendimiento es mejor.

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