7 Razones por las que deberías escuchar música para ejercitarte

Escuchar música cuando vas al gimnasio para mejorar tu entrenamiento no es algo nuevo. Sin embargo, comprender cómo tus canciones favoritas mejoran el ejercicio que realizas es algo un poco menos conocido.

Las investigaciones recientes han revelado que escuchar música distrae a los atletas de su “conciencia corporal” (léase: dolor). Y un nuevo estudio encontró que no sólo escuchar, sino controlar y crear música en el tiempo y nuestro ritmo, tiene un efecto aún más profundo en la percepción del esfuerzo durante una sesión de ejercicio.

Aquí hay siete razones muy buenas para escuchar a todo volumen tu música durante tu próxima ida al gimnasio.

1. La música es un buen tipo de distracción.

Si bien sabemos que existen otro tipo de distracciones, se ha llegado a la conclusión de que la música hace que quienes se ejercitan sean menos conscientes de su esfuerzo. Tal distracción puede beneficiar el rendimiento deportivo hasta en un 15%. Cuanto más rápido, mejor, ya que las melodías optimistas tienen más información para que nuestro cerebro las procese, lo que pone a tu mente en un punto ciego para el cansancio.

2. Eleva tu esfuerzo.

Un estudio de 2010 encontró que los ciclistas de hecho se esfuerzan más cuando se escuchan música más rápida, en comparación con los que escuchan música a un ritmo más lento. Sin embargo, tampoco es bueno que la música sea demasiado rápida. Canciones entre 120 y 140 latidos por minuto (lpm) tienen el efecto máximo para ejercicios moderados.

3. La música te pone “en la zona”.

Todo el mundo tiene una canción que te pone “en la zona”, y no hay ciencia para explicar por qué. Asociamos ciertas canciones con recuerdos, y a menudo en relación con el contexto en el que originalmente las escuchamos, como la primera vez que viste Rocky. Canalizar ese recuerdo (o incluso sólo la emoción de quien la canta) aumenta el poder motivacional de la canción, y se ha demostrado que mejora el rendimiento físico.

4. Un buen ritmo puede ayudarte a mantener el paso en el ejercicio.

El ritmo de la música en el entrenamiento estimula el área motora del cerebro encargada del movimiento, ayudando a llevar a algunos ejercicios a tu propio ritmo, como correr o levantar pesas. Guiándonos en estas señales de tiempo, lograremos usar nuestra energía de manera más eficiente.

5. La música puede elevar tu estado de ánimo.

Algunos estudios han demostrado que las personas a menudo escuchan música como una forma de cambiar su estado de ánimo y encontrar una auto-conciencia. Existe gente que sostiene que escuchar música les permite pensar en sí mismos, qué quieren y les da un escape del presente. Sin importar lo que haya pasado una hora antes, tú puedes utilizar la música para ayudarte a olvidar la negatividad y enfocarte en tu entrenamiento, y sabes que se sentirás muy bien cuando lo termines.

6. Hace que quieras moverte.

¡La verdad no puedes parar el ritmo! Los investigadores encontraron que cuando la música posee cualidades de “buen ritmo”, el cerebro se emociona e induce el movimiento en el oyente. Básicamente, la lista de reproducción tiene la capacidad de hacer que tú te muevas, sin importar cuánto le temas a ese ejercicio.

7. Si ya escuchas música, llévela al siguiente nivel: Crea música mientras trabaja tiene un beneficio adicional importante.

Según un estudio reciente, la relación entre la música y el esfuerzo físico puede ser más complicada de lo que pensábamos en un principio. No se trata sólo de que escuchando música nos olvidamos del dolor y el agotamiento. El proceso de crear y controlar la música en sintonía con algún ejercicio mejora la experiencia aún más.